la amo como amo a la muerte anunciada,
a la muerte que no temo,
a esos pasos crujientes de la llorona que se asoman,
aquella que viene a acompañarnos en el inevitable viaje,
Así la amo, muerte.
Temida e insaciable, así la recuerdo,
como la muerte que se llevó a mi abuelo,
y aún así la amo.
Funesta, inquieta y hermosa,
muerte que no volveré a verte, sino hasta encontrarte,
y cuando eso suceda, voy a amarte.
Te amaré muerte, como la amé a ella,
en las oscuras callejuelas de mi pueblo,
a pasos diáfanos te seguiré,
festejaremos juntos nuestro acierto
y me despediré de ella como aquel día de lluvia,
diré que la amé y que ya no le amo más,
pues te amo a ti ahora, muerte mía
en las oscuras callejuelas de mi pueblo,
a pasos diáfanos te seguiré,
festejaremos juntos nuestro acierto
y me despediré de ella como aquel día de lluvia,
diré que la amé y que ya no le amo más,
pues te amo a ti ahora, muerte mía