miércoles, 26 de febrero de 2014

Siempre

Siempre es…
… la sensación que no se van de mis labios, que permanecen a pesar de que duermo, que aparecen entre mi sueño nostálgico caminando en nuestro parque, y que despierta en mi cama revuelta.
… el momento en que tomé por segunda vez tu delicada mano de brisa; timorato y soñador, joven e iluso y no solté hasta que perdí la razón.
… nuestro último abrazo de despedida que me dejó sabor agrío en el que juramos no volver a hablar del tema y arrancamos el corazón al suelo.
… tu risa imparable, mientras destruimos la melancolía a cosquillas en la arena, una guerra entre tu sonrisa y mis dudas.
… tu recuerdo que no sé dónde poner, que me hace humo y que me engancha en la pintura de tus ojos y tu carne morena.
… extrañarte hasta dentro de tu piel, descubrirme en tus lágrimas, encerrarme en tu odio y flotar en tu ombligo.
… tu mente como droga que alivia mi trastorno de ira, que me rolea, que me inhala y embrutece mi taquicardia.
Siempre es la primera y última noche, en que te esperaba regresar hasta que te hiciste recuerdo.