me apetece buscar tus labios
carnívoros, rosas, delgados
para saberte a delirios
para inmortalizarte en tinta
para sudar bajo la esperanza de verte.
Encuentro tus ojos
y en ellos hayo la tiranía de la soledad
tus pupilas son un mantra
y ese color a infinito que mi mente atrapa
destruye mi inconsciente
perfora mi respiración, azuza mi ser.
Sigo mi búsqueda
entre los libros empolvados de Ruíz
cerca de los lunares que dejó tu cuerpo
en los lugares donde fuimos arte,
en las estaciones de trenes de invierno
en las caminatas que no anduvieron.
La lluvia se aleja y la mañana llega
intento de nuevo en tus labios
azoto mis pensamientos a tu lado
destello los principios de mi sobriedad
la cárcel del tiempo dice aquí,
la indagación se detiene en tu beso…
…y despierto.