Van desde los claros que buscan sonrisas y se confunden con el cielo. Pasando por los intermedios, a veces verdosos, a veces topacios, a veces viciosos.
Terminan en los oscuros que conjugan lágrimas pérdidas con sonidos del viento por la tarde.
De esa forma los pensamientos pasan por un sinfín de matices que los convierten en seres mágicos que se apoderan de nuestra mente.
Así te siento atardecer, hoy que te llevas a mis seres mágicos.
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