domingo, 14 de septiembre de 2014

Hola y chau soledad.

¿Qué haces soledad ahí escondida?
Sé que te he pensado y extrañado,
soy consciente,
ahora te asomas cautelosa
con esa sonrisa que marca margaritas en tu rostro.

Bendita soledad,
eres tan hermosa que no te puedo amar
¿Qué hago trayéndote a mi mente?
juego a las escondidas contigo,
aunque te añore a mordidas terminas sobre mí.

Las bases fundamentales del amor te olvidan,
el romanticismo es efímero y sarcástico
asimétrico al tacto,
como el recuerdo de nuestro silencio,
nuestro único idioma.

Las historias son cortas entre nosotros,
todas terminan siendo desgarradoras,
siempre me invaden tus lágrimas,
me arranco los recuerdos,
muero por tus ojos de cielo.

Ahora me dejas con tu mirada en el alma,
con tu inocencia fusionada a mi pecho,
con tu aroma a estrellas,
te llevas mi mejor alegría,
me dejas… nada.

Hola y chau soledad.


miércoles, 26 de febrero de 2014

Siempre

Siempre es…
… la sensación que no se van de mis labios, que permanecen a pesar de que duermo, que aparecen entre mi sueño nostálgico caminando en nuestro parque, y que despierta en mi cama revuelta.
… el momento en que tomé por segunda vez tu delicada mano de brisa; timorato y soñador, joven e iluso y no solté hasta que perdí la razón.
… nuestro último abrazo de despedida que me dejó sabor agrío en el que juramos no volver a hablar del tema y arrancamos el corazón al suelo.
… tu risa imparable, mientras destruimos la melancolía a cosquillas en la arena, una guerra entre tu sonrisa y mis dudas.
… tu recuerdo que no sé dónde poner, que me hace humo y que me engancha en la pintura de tus ojos y tu carne morena.
… extrañarte hasta dentro de tu piel, descubrirme en tus lágrimas, encerrarme en tu odio y flotar en tu ombligo.
… tu mente como droga que alivia mi trastorno de ira, que me rolea, que me inhala y embrutece mi taquicardia.
Siempre es la primera y última noche, en que te esperaba regresar hasta que te hiciste recuerdo.