jueves, 31 de mayo de 2012

RESEÑA DOMINICAL 16/10/11


Una película sobre excesos, adicciones y la podredumbre humana. Requiem por un sueño (2000) del director norteamericano Darren Aronofsky ha causado en mí muchas sensaciones que sólo las cinematografías podrían hacer. El uso de onomatopeyas, cambio de escenas fugaces, imágenes crudas, la oportuna banda sonora y las estupendas actuaciones de  Jared Leto, Jennifer Connelly y la nominada al Oscar como mejor actriz, Ellen Burstyn; hicieron posible que los pelos del brazo (los pocos) se me ericen y muerda fuerte en cada escena impactante. Brutal e impactante, precisamente así la catalogan los críticos por su rudeza, crudeza e imágenes de hechos reales.
Este film nos muestra lo terrible que pueden convertirse ciertos sueños banales tales como aparecer en la televisión, estar delgada y ser rico, cosas que si bien podrían hacernos felices un tiempo no terminarían de consagrar nuestra vida eternamente. Las drogas en un mundo sin mayores aspiraciones terminan destruyendo grandes mentes, y en este caso, terminan acabando con la integridad física, con la libertad y contribuyen a la prostitución más baja que pueda existir.
Aranofsky termina diciendo gráficamente que los humanos podemos caer tan bajo por obtener lo que queremos sin importar cuán asqueroso sea lo que queramos o cuan caro podamos pagar por estas cosas que no traen más nada que efímeros momentos.
Por las sensaciones causadas esta noche de domingo, le doy a la película un 8 sobre 10.


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