Al ser del mismo árbol, tu sangre será mía y mi zumo será mío también. A cambio, te doy mi sombra que ya es tuya, y el dulce de mi carne será gracias a ti.
Ya maduro es tiempo de caer, fuiste el mejor presente de mis planes futuros y ahora voy a caer. Sigue, naranja, en nuestro árbol y luego... déjate comer.
Fotografía tomada del internet.
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