Hoy rescaté al décimo quinto gato del árbol, las ancianas ya no respetan mi trabajo, siento sus duros bolsos golpeando mi cara cuando intento ayudarlas. Me deprimo con facilidad cuando uso mi capa, ya no flamea en la terraza.
A las novias que tenía se las llevaron los oficios, las buenas costumbres y las falsas esperanzas. Ya no las rescato ni de las lágrimas.
Me hace falta una hazaña, un desastre, un eclipse. Me espero nocturno, me identifico oculto, me hago desesperado.
Intento salvarte, corro, vuelo, trepo, peleo, disuelvo. No te asomas al peligro, no te lastimas ni con papel. No hago más que esperar que suceda para sacarte.
Ya no pasa nada, no ocurren tempestades externas, más bien internas, secretas. Estoy incompleto, quien soy sino me hago héroe, a donde voy si no me llama tu exalto, a donde vuelo si tú tienes mis poderes. A quien rescato si te encuentras en casa viendo tele.
Soy un súper héroe incompleto, después de rescatarte a ti a donde voy.
No más gatos en el árbol.
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