lunes, 4 de junio de 2012

Tan Ausente Tan Afable


Vivo contemplando un otoño vacio
cálido con sólo tu mirada.
Mi cuerpo estremecido
y tu invierno alrededor.
Eres extraña y ajena a mi silencio,
apostaría que a veces olvidas mi nombre
y que nunca me hallo en tus ojos,
en tus ojos divertidos.
Oculto mis deseos en hojas de papel blanco
y confieso mis ganas por decirte
a mi lápiz corcel.
Te extraño sin nunca haberte tenido,
ni olvidado, ni haberte cocinado.
Aquel cuento debí haberlo escuchado
contigo a mi lado...




- Publicado en Octubre del 2009 cuando los martes eran grises y Europa venía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario