Voluntario, corazón abnegado

En cinco días de intenso trabajo voluntario, la angustia del ser humano se refleja en las cejas fruncidas de los ancianos, el llanto desconsolado de los niños y los empujones de las personas por recibir algo que proviene de las autoridades o de los corazones caritativos de las ciudades aledañas a la zona de desastre.

Solo nuestra casa que es la misma naturaleza con su temible poder puede hacer que el ser humano ablande su corazón realmente, despierte sus sentidos y refleje sus verdaderos sentimientos.

Las grabaciones de las noticias o las imágenes crudas solo juegan en nuestra mente una mala pasada, no muestran la esencia de lo ocurrido. Es diferente ver sufrir que sufrir con las mismas personas que lo han perdido todo.

Mi corazón voluntario esta herido con el dolor ajeno, mis brazos y mi espalda estan cansados, mi sueño perdido por varias noches sin descansar, pero siempre mi gente abnegada siempre lista para servir y que a pesar de las pericias que pasamos el coraje, los ánimos por ayudar y ser parte del verdadero apoyo in situ me hace sentir orgulloso de vivir en este mundo cuya forma de enseñarnos y unirnos a todos es cruel pero verdaderamente siempre eficaz.

Voluntarios del Perú y el mundo, nunca se desanimen!

Enero 2010. Para los voluntarios scout.